Si hay una práctica necesaria hoy más que nunca, es la adoración del Santísimo Sacramento, en especial la Hora Santa hecha diariamente durante 40 días seguidos.
La Hora de Adoración es un homenaje al espíritu para el “Rey de la Gloria”, es un silencio respetuoso en presencia “aun mayor” con Dios. El santo Juan Pablo II, nos dice, que: “Uno crece espiritualmente con cada momento que pasas con Jesús”. Porque Jesús te bendecirá a ti, a tu familia y al mundo entero.