El primer capítulo de este libro, "La religión puede ser una máscara", da la pauta acerca del contenido de esta obra del P. Hugo Estrada. En este libro hay una invitación constante para revisar seriamente nuestra manera de "relacionarnos" con Dios, para que evaluemos nuestra religión. Por momentos parece que el autor, al igual que Jesús, echara por el suelo muchas mesas y sillas del templo. Abundan los latigazos. Lo hace con amor y con celo por la Casa de Dios, por la Iglesia. Se descubre un deseo sincero de que muchos de nuestros ritualismos sean purificados por el fuego del Espíritu Santo, hasta que se consiga lo que Jesús quería: Adorarán al Padre EN ESPÍRITU Y EN VERDAD.